¿Y ahora qué? Es la pregunta que muchos nos hacemos… ¿Qué va a pasar con nuestra vida tras el COVID-19?, ¿hacia dónde vamos?, ¿cómo podemos frenar la sensación de inseguridad y de incertidumbre?, ¿qué podemos hacer?…
Son preguntas que no dejo de recibir, preguntas que en la mayoría de los casos invaden nuestra mente, preocupaciones que, como las olas del mar, no dejan de llegar y nos llenan de ansiedad y miedo al futuro.
Así que hay algo que te quiero contar respecto a esto, y no desde la teoría, sino desde la experiencia personal, ya que en el transcurso de mi vida he vivido circunstancias muy similares.
En dos ocasiones -y también de forma inesperada- me he visto atrapado por situaciones que me llevaron a la completa ruina, a perderlo todo, y no solo el dinero, sino también la confianza y la esperanza, situaciones que me llevaron a atravesar un infierno emocional de desesperación oculta y a tener que reinventarme completamente.
Índice
1. Te caes, sufres, pero… ¿cómo te levantas y sales de ahí?
Es la gran pregunta que tantas veces me han hecho.
Y ahora te la hago a ti porque el cómo viene después. Antes hay algo más importante y es tu porqué. ¿Por qué te vas a volver a levantar, por quién, por qué causa, qué motivo, qué sueño? ¿Qué dolor o sufrimiento quieres evitar?
Son muchas las personas que se centran en el cómo -que por supuesto es importante-, pero cuando el mundo se desmorona frente a ti, lo más importante para salir de ahí es el músculo emocional, la fortaleza mental, la dignidad, el coraje y la determinación que genera esa poderosa razón personal que tú tienes que descubrir.
► Después del cómo viene la decisión
Detrás viene la decisión y el compromiso de atravesar el mismísimo infierno con la cabeza alta a pesar del dolor, los miedos o la desesperación. Decisión viene de la palabra «in-cisión», que significa cortar, separarse de algo; es la decisión de abandonar el lamento y mirar al frente con determinación para salir desde donde estamos y fijar la vista hacia dónde vamos para crear un futuro mejor. Esa decisión equivale a responsabilidad, a asumir las riendas de nuestro destino.
No sé si es lo correcto, pero al menos en mi experiencia ante el más absoluto caos «el cómo» es el primer paso para renacer y volver a creer, para reconstruirnos internamente.
Ese primer paso es centrarte de forma obsesiva en tu construcción interna, enfocarte en aprender, en tu desarrollo personal, en leer, estudiar, en evolucionar y aumentar tu potencial, en adquirir nuevas cualidades y habilidades.
► El remedio para combatir la inseguridad y la incertidumbre: centrarse en el progreso personal
Si avanzas como persona, si sigues aprendiendo y evolucionando, tu confianza y seguridad siguen creciendo, te sientes más vivo, sientes que te expandes, tu potencial aumenta y eso nos aporta la confianza para enfrentarnos a retos que antes eran impensables.
Esa confianza interior es la que nos abre las puertas a un futuro mejor. Desde ahí comenzamos a creer más en nuestras posibilidades; donde antes era todo sombrío ahora comenzamos a ver luz, de pronto surge la creatividad, aparecen las ideas y las oportunidades y si no aparecen, somos capaces de crearlas.
2. La vida constantemente nos va a enfrentar a nuevas situaciones inesperadas
Con los años -y cuanto antes mejor- debemos comprender que jamás vamos a poder controlar las circunstancias, que la vida no va a ser como esperábamos, que no tenemos ningún poder sobre lo que sucede en el mundo, ni a nuestro alrededor.
Por esa razón ese proceso de aprendizaje, cambio y evolución debe estar presente a lo largo de nuestra vida para adaptarnos a los cambios, y ahora más que nunca porque es la clave para gestionar mejor nuestro mundo interior, nuestras emociones, y es una de las cualidades más importantes en el mundo en el que nos adentramos.
Yuval Noah, el prestigioso historiador y escritor del famoso libro Sapiens, afirmaba que nadie sabe cómo va a ser el futuro, lo único que sabemos es que va a ser muy distinto del mundo al que conocemos hasta ahora, vamos hacia un mundo que va a ser muy cambiante por distintas circunstancias.
El mayor problema va a ser la velocidad del cambio y cómo eso nos afecta internamente, porque probablemente vamos a tener que reinventarnos varias veces, aprender cosas nuevas y debido a ese constante cambio y la incertidumbre que conlleva, corremos el peligro de perder la estabilidad interna.
Esa una razón fundamental por la que es tan importante trabajar nuestro interior, nuestro desarrollo personal: para no sentirnos paralizados o atemorizados por el miedo al futuro. Tenemos que trabajar la inteligencia emocional y la estabilidad mental, aprender a gestionar nuestra mente y nuestras emociones para ser capaces de adaptarnos a los cambios y mantener el necesario equilibrio.
Es hora de dejar de mirar atrás, soltar el pasado y mirar al futuro con valentía. Y sé que da miedo atravesar el desierto cuando no tienes suficiente agua, cuando flaquea la confianza y los recursos se agotan. Sé que no puedes escoger dónde naces, ni tus circunstancias, pero siempre puedes escoger dónde iras desde donde estás. Decide que las circunstancias no te van a doblegar, que eres más grande que ellas.
La vida nos está poniendo a prueba, pero todo pasará y con el tiempo descubrirás que el día que pensabas que era el peor día de tu vida, se convirtió en el mejor. Con el tiempo miraremos atrás y hablaremos de estos momentos como una gran experiencia, nos acordaremos de las lecciones aprendidas, nos reiremos de algunas situaciones, valoraremos tanto otras…
Ahora es hora de dejar de ver todo lo que pasa y es hora de hacer que las cosas pasen, porque no sé lo que esperas de la vida, pero la vida sí espera algo de ti.