El bloqueo emocional: una prisión interior que se camufla bajo una supuesta protección

El bloqueo emocional es una especie de muro psicológico que desarrollamos o nos imponemos sin darnos cuenta, que reprime y nos impide expresar nuestras emociones de forma sana. Las consecuencias de ese bloqueo pueden ser muy dañinas porque al retenerlas y no expresarlas, nos pueden frenar e impedir avanzar en muchos aspectos de nuestra vida; se pueden llegar a convertir en emociones negativas o destructivas que  afectan a nuestro estado mental y emocional.

1. ¿Por qué surge ese bloqueo emocional?

El bloqueo emocional actúa muchas veces como un mecanismo defensivo, convirtiéndose en una especie de escudo que intenta protegernos de distintos miedos: al rechazo, al miedo al fracaso, al qué dirán. Son miedos que se alimentan de inseguridades sobre algún aspecto de nuestra vida.

Este mecanismo defensivo nos impide sentirnos libres, secuestra nuestra espontaneidad y nos impide mostrar libremente nuestras verdaderas emociones por el miedo a no estar a la altura, por vergüenza, por timidez o por no sentirnos suficientes.

El bloqueo emocional no tiene porque abarcar todas las áreas de nuestra vida. Podemos tener confianza en algunas áreas y, sin embargo, puede darse otro aspecto en el que por algún motivo podemos tener ciertos miedos e inseguridades como puede ser en las relaciones personales.

Sin embargo, cuando reprimimos esas emociones es como si estuviésemos escondiendo una parte de nosotros; una parte que no queremos que vean, una especie de autorechazo que puede ser muy dañino.

2. Bloqueo emocional: síntomas que nos alertan

A continuación, te dejo algunos de los síntomas más habituales que experimentan aquellas personas que pasan por un shock emocional o bloqueo mental.

2.1 Fatiga y tristeza

Los bloqueos mentales consumen una gran cantidad de energía porque para que sobrevivan, necesitan que les prestamos mucha atención en nuestra mente. Secuestran nuestra atención, dejando una sensación de cansancio y tristeza. Si no tienes motivos físicos por los que puedes estar cansado, puede que estés experimentando algún bloqueo.

2.2 Aislamiento social

Los bloqueos emocionales también se producen por quedarse enganchado al pasado, a relaciones pasadas que se necesitan cerrar y pasar página. También cuando sin darnos cuenta nos vamos aislando, evitamos encuentros sociales y la sensación de soledad parece abrazarnos.

2.3 Miedos e inseguridades constantes

Pero sobre todo muchos bloqueos emocionales llegan por miedos, inseguridades en alguna aspecto o una baja autoestima, por miedo al futuro y las expectativas negativas. Cómo vivir sin miedo (entendiendo que es algo natural) podría ser un buen punto de partida.

3. ¿Cómo podemos eliminar ese bloqueo mental y sentirnos más libres?

Cuando tenemos más confianza somos capaces de expresarnos con más naturalidad y seguridad, porque no estamos preocupados por el qué dirán, por el miedo al ridículo, la vergüenza o el rechazo.

Los bloqueos emocionales de alimentan de esos miedos y de las expectativas negativas; de pensamientos pesimistas y destructivos que anticipan imaginariamente una consecuencia nefasta.

Por eso es importante tomar control, darnos cuenta de dónde vamos mentalmente para frenar esos pensamientos negativos que nos hacen sufrir innecesariamente. Comenzar a crear mejores expectativas, pensamientos más positivos y una visión más optimista.

Y no hay formulas mágicas: toca hacer un trabajo profundo y personal, porque cuando trabajamos en nuestro desarrollo personal, cuando maduramos emocionalmente, adquirimos una mayor independencia emocional.

De ese trabajo personal, nace una seguridad que nos libera. No nos preocupan tanto las opiniones de los demás y somos más conscientes de que nuestra felicidad -nuestras emociones- dependen de nosotros y no de los demás. Eso sí es libertad interior.

Esa autoestima más fuerte y sana -pero con humildad- es lo que destruye esos bloqueos emocionales; es lo que nos permite expresarnos con libertad y una mayor espontaneidad. Sentirnos más libres para poder ser como realmente somos.